Trail Running: el reinado de la montaña

 

El Trail running es una práctica deportiva (y espiritual también) que se basa en correr a través de caminos y senderos en medio de la naturaleza; practica que también realizaron nuestros ancestros para poder acercarse a sus presas y alimentarse, hecho que aseguró la sobrevivencia de la especie.

En nuestros días nada puede ser más diferente, pues nos hemos encargado de transformar los entornos que habitamos a nuestra conveniencia; y en cierto modo nos hemos acostumbrado demasiado a ello. Muy a pesar del ego y las versiones centradas en el "Yo" no cabe duda que la montaña es la reina del Trail Running no el humano.

Al vivir en las ciudades hemos perdido conexión con la naturaleza y hemos olvidado que la montaña tiene sus propias reglas; y que al entrar en sus dominios simplemente somos forasteros, una especie de invitados temporales; cuando antes éramos parte de su esencia misma.

No se alarmen, no todo está perdido, aún tenemos esas capacidad de conectarnos con esa esencia más "natural" y "primitiva", aún estamos en posibilidades de salir a correr en la montaña y sentirnos parte de ella, pero sabiendo que somos los invitados de la montaña, no sus dueños. 

Recuerdo que hace algunos años un gran amigo me decía; "La montaña todo te lo da"; pero también es cierto que te lo puede quitar; a diferencia de nuestros entornos urbanos controlados las condiciones en una montaña cambian con tal rapidez que un día de sol puede transformarse en media hora en un día completo de lluvia.

Hace una semana exactamente estaba compitiendo en Quitasol Trail Running 2022, una carrera muy dura por su complejidad técnica (subidas con inclinaciones de hasta 40% y bajadas por caminos ancestrales de piedra). Allí venía subiendo en la parte más difícil de la carrera con dos nuevos amigos que conocí compartiendo lo que llaman el "Kilómetro Vertical", veníamos en una zona destapada donde el clima era agradable, con sol y calor; luego llegamos a la cima para completar una circuito de unos siete kilómetros a 2.8000 msnm (metros sobre el nivel del mar), ya el clima se percibía diferente, no solo en la temperatura sino también en la cantidad de oxígeno que llegaban a nuestros pulmones. Después de pasada una hora tal vez pude ver mientras recargaba agua como uno de mis nuevos amigos estaba tirado en el suelo, los paramédicos le habían colocado una manta térmica y lo iban a llevar a la ciudad, la bajada de la temperatura, la dureza de la carrera y la deshidratación lo habían descompensado y no iba a terminar la carrera, de forma no tan sutil la montaña me recordaba que somos sólo invitados, invitados muy frágiles y vulnerables.

La montaña todo te lo da, pero también te lo puede quitar.